El contralor Nelson Shack explicó la importancia de contar con los mejores profesionales como funcionarios en las entidades públicas, y de los riesgos para el país de mantener personas que no cumplen con las capacidades adecuadas y suficientes en el Estado.
“La gestión del presupuesto y la cosa pública seguirán siendo difíciles, pero incumplirán sus metas esenciales si no empezamos seria y decididamente a contar con los profesionales adecuados y un norte definido sobre lo que se debe hacer”, advirtió Shack durante el programa Puntos de Vista, que se transmite a través del canal de YouTube Contraloría TV.
Sostuvo que toda gestión en el Estado, y concretamente de los fondos del presupuesto público, “requiere del cumplimiento de tres condiciones centrales: contar con la capacidad necesaria para su adecuado ejercicio; ser transparentes en todas las actuaciones; y rendir cuentas sobre metas concretas que permitan medir el impacto de las decisiones y sus beneficios”.
Por ello, el primer requisito para desempeñar honestamente la función pública es tener las capacidades suficientes y adecuadas; de lo contrario, el costo del aprendizaje se estará cargando a los contribuyentes y los servicios del Estado verán mermada su calidad y afectada su oportunidad.
Adicionalmente a la capacidad objetiva, dijo, está la idoneidad para el cargo, que se vincula a las necesarias características éticas y morales de quien lo ocupa.
“Esta idoneidad será siempre más difícil de medir y calificar, pero no imposible. La falta de compromiso con los principios éticos y valores democráticos, el abuso y agresión a mujeres, el incumplimiento de los deberes de paternidad o profesar credos políticos antidemocráticos son solo algunos temas que no pueden soslayarse al evaluar la pertinencia de una designación”, afirmó.
De igual forma, manifestó, las metas específicas representan para una gestión una manera de comprometerse con la adecuada rendición de cuentas a la ciudadanía y permiten que todos puedan evaluar el desempeño de los funcionarios y definir las oportunidades de mejora y eventualmente su continuidad.
“Sin preparación y sin metas se terminarán incumpliendo las obligaciones y se incurrirá en falta de transparencia, que es la antesala de la corrupción que priva a los peruanos de ver atendidas sus necesidades, ocasionando perversos efectos económicos, sociales y políticos”, apuntó.
Shack Yalta manifestó que es importante el control ciudadano en la evaluación de los funcionarios, mientras que la relacionada al cumplimiento de requisitos formales establecidos en los perfiles de puesto y demás normas aplicables corresponde a la Contraloría General de la República.