Estados Unidos está teniendo conversaciones «muy activas» con la Unión Europea (UE) para prohibir la importación de petróleo procedente de Rusia, en un nuevo intento por asfixiar a la economía rusa en represalia por la guerra en Ucrania.
Así lo indicó este domingo el secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, en varias entrevistas de televisión, en las que también explicó que Washington está trabajando con Polonia para enviar más aviones a Ucrania y reveló que Occidente está documentando posibles crímenes de guerra perpetrados por Moscú.
El jefe de la diplomacia estadounidense prometió que Washington impondrá nuevas sanciones a Rusia y que dará a Ucrania toda la ayuda necesaria para resistir la invasión rusa.
Embargo a la energía Rusa
En una entrevista con CNN, Blinken dejó claro que Estados Unidos está planteando seriamente imponer una especie de embargo al petróleo y el gas ruso.
Explicó que ayer sábado habló por teléfono sobre ese tema con el presidente estadounidense, Joe Biden, y que Washington está actualmente en conversaciones con sus aliados.
«Estamos ahora —detalló— hablando con nuestros aliados europeos para mirar de manera coordinada la posibilidad de prohibir la importación de petróleo ruso mientras nos aseguramos de que hay una oferta suficiente de petróleo en los mercados globales. Las conversaciones son muy activas».
Prohibir las importaciones de petróleo privaría al Kremlin de una importante fuente de ingresos, pero podría perjudicar a la economía mundial al provocar una subida de precios de la energía, ya altos de por sí, por lo que los gobiernos occidentales se han resistido a adoptar esa medida por ahora.
Este mismo domingo, el precio de la gasolina en Estados Unidos alcanzó su máximo desde 2008, con un valor medio de 4,009 dólares el galón o 1,057 dólares el litro.
En EE.UU., legisladores demócratas y republicanos han presionado en los últimos días a Biden para que Washington deje de comprar petróleo de Rusia.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también ha pedido a Biden y al resto de gobiernos occidentales que corten sus lazos energéticos con el Kremlin.
La UE evita comprometerse
La Unión Europea, sin embargo, ha evitado comprometerse con esa medida.
En una entrevista con CNN, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, reiteró este domingo su deseo de que Europa deje de depender de Rusia, diversifique sus fuentes de energía y acelere su inversión en energías renovables.
No obstante, rechazó hacer comentarios sobre cualquier conversación con Washington acerca del petróleo ruso.
Preguntado en la cadena NBC sobre la posición de la UE, Blinken explicó que EE.UU. quiere seguir imponiendo sanciones a Rusia en coordinación con el club comunitario, pero no descartó actuar en solitario.
La UE tiene una gran dependencia de Rusia, ya que importa el 41 % del gas natural y el 27 % del petróleo que consume de ese país, de acuerdo con Eurostat.
A diferencia de la Unión Europea, EE.UU. tiene capacidad para producir su propio gas y petróleo gracias a la fracturación hidráulica y otras formas de extracción, por lo que solo necesita importar de Rusia aproximadamente un 8 % del petróleo que consume, según la Administración estadounidense de Información Energética.
Aviones de Polonia a Ucrania
El otro eje de acción en el que está trabajando actualmente Estados Unidos es el envío de aviones militares de Polonia a Ucrania.
El plan, explicó Blinken en las cadenas CBS y CNN, es que Polonia ceda a Ucrania sus viejos cazas de fabricación soviética que los ucranianos saben volar porque son los que usa su Fuerza Aérea y que, para compensar, Washington entregue a Polonia aeronaves más modernas, posiblemente F-16.
La oficina del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, expresó este domingo en Twitter su rechazo a la idea y argumentó que el país ya está ayudando a Ucrania en muchas otras áreas.
Blinken, que se encuentra de viaje en Europa y que justo ayer sábado estuvo en Polonia, dejó claro en la cadena NBC que enviar o no aviones a Ucrania es una «decisión soberana» de Polonia.
Documentar crímenes de guerra
Por último, el tercer eje de acción de Occidente es la documentación de posibles crímenes de guerra perpetrados por Rusia contra civiles ucranianos.
En concreto, Blinken dijo este domingo que su Gobierno ha tenido acceso a información «creíble» sobre «ataques deliberados» contra civiles, que podrían ser crímenes de guerra, y explicó que EE.UU. está recopilando pruebas para entregarlas a las organizaciones encargadas de investigar esos delitos.
Por petición de casi 40 países, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) ya abrió esta semana una investigación en Ucrania por crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Rusia invadió hace 11 días Ucrania y comenzó a bombardear las principales ciudades, provocando más de 2.000 civiles muertos, según las últimas cifras del Servicio Estatal de Emergencia ucraniano, y la huida de más un millón de personas, de acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).