Por: Augusto Lostaunau Moscol
En la noche del domingo 5 de abril de 1992 los canales de televisión y las radiodifusoras suspendieron su programación y dieron paso a un Mensaje a la Nación por parte del Presidente de la República, Ingeniero Alberto Fujimori, quien había asumido el cargo el 28 de julio de 1990.
Fujimori, inició su alocución indicando que en los últimos 20 meses ha intentado crear las bases para un verdadero desarrollo del país; aunque ha encontrado muchos obstáculos, principalmente por la corrupción en los Poderes del Estado y la oposición de las cúpulas de los partidos políticos.
Fujimori agregó:
“A la inoperancia del Parlamento y la corrupción del Poder Judicial se suman la evidente actitud obstruccionista y conjura encubierta contra los esfuerzos del pueblo y del gobierno por parte de las cúpulas partidarias. Estas cúpulas, expresión de la politiquería tradicional, actúan con el único interés de bloquear las medidas económicas que conduzcan el saneamiento de la situación de bancarrota que, precisamente, ellas dejaron” (en línea).
En las elecciones generales de 1990 para el Congreso de la República, en la Cámara de Diputados, el vencedor fue el Frente Democrático (FREDEMO) que aglutinó a los candidatos del Movimiento Libertad; el Partido Popular Cristiano y Acción Popular, logrando 62 escaños; seguidos por el Partido Aprista Peruano con 53 escaños; Cambio 90 (de Alberto Fujimori) con 32 escaños; e Izquierda Unida con 16 escaños; Frente Independiente Moralizador con 7 escaños; Izquierda Socialista logró 4; el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (FRENATRACA) 3; y 3 de listas independientes.
En la Cámara de Senadores, los resultados también favorecieron al FREDEMO que logró 20 escaños; el PAP logró 16; Cambio 90 alcanzó 14 escaños; Izquierda Unida logró 6 escaños; Izquierda Socialista con 3 escaños y FRENATRACA 1.
Además, la Constitución Política de 1979 determinaba con los expresidentes se convertían en senadores vitalicios, por ello, en el Senado de 1990, se deben contar los votos de Fernando Belaunde Terry (1980-1985) y Alan García Pérez (1985-1990).
En el periodo 1990-1991, el presidente de la cámara de diputados fue el ingeniero pesquero Víctor Paredes Guerra (Cambio 90) y de la cámara de senadores el ingeniero mecánico Máximo San Román (Cambio 90). Para el siguiente periodo de 1991-1992, la correlación de fuerzas cambió y el presidente de los diputados era el abogado Roberto Ramírez del Villar (FREDEMO); y del senado el abogado Felipe Osterling Parodi (FREDEMO).
Pese a la alianza PAP-Cambio 90 que permitió blindar mucho más al expresidente Alan García Pérez de las denuncias de corrupción y violaciones de Derechos Humanos que pesaban sobre él, el Poder Legislativo fue ganado por la oposición. Se empezó a fiscalizar al Ejecutivo y se empezaba a investigar denuncias de la existencia de escuadrones de la muerte. Así como casos de corrupción en el entorno político y familiar del Presidente de la República.
En el artículo «Partidos y Orden Social en el Perú» (Revista Travesía 3, octubre 1991), Alberto Adrianzén indicó que según la encuestadora IMASEN, luego de realizar encuestas en Lima, para julio de 1991, el 80,8% de los encuestados desaprobaban al parlamento; mientras que un mes después, la desaprobación era de 71,3%. Así mismo, para julio de 1991, el 88,5% consideraba que los partidos políticos no cumplían sus funciones.
Una encuesta no es un documento histórico válido porque no sabemos si fue realizada o fue un invento, pero, su utilización política en primeras planas de diarios y entrevistas en noticieros la hacen una “representación de la verdad”. Es muy útil para las coyunturas. Más aún para generar crisis y “corrientes de opinión”.
Frente a la oposición congresal que se fortalecía en el Legislativo y que era visto como un estorbo para los planes preconcebidos; junto a las supuestas encuestas de descrédito al congreso y sus funciones, el gobierno de Alberto Fujimori dio el Golpe de Estado que impuso en el Perú un modelo autoritario de poder económico sobre la sociedad.
La Constitución Política de 1993 consolidó ese autoritarismo económico que se vio legalizado totalmente con los gobiernos que siguieron, tras la huida hacia Japón por parte del dictador, Alberto Fujimori.