Presunto Fraude Hereditario desencadena disputa familiar y Orden de Desalojo

Una compleja trama de presunta falsificación y venta fraudulenta ha sumido a la familia Vílchez en una amarga disputa legal, amenazando con dejar a Luis y Fidel Vílchez sin hogar. En el centro de la controversia se encuentra Norma Aurora Vílchez Chávez, hermana de las víctimas, quien habría orquestado una serie de acciones para despojar a sus hermanos de la propiedad familiar en San Juan de Lurigancho.

El conflicto se origina en una sucesión intestada presuntamente falsificada, mediante la cual Norma Vílchez Chávez habría logrado ser declarada heredera universal de la vivienda de cuatro pisos, con una extensión de 160 m², propiedad de sus padres. Este documento fue registrado en una notaría de Lunahuaná, un detalle que añade una capa de complejidad al proceso.

Posteriormente, la propiedad fue vendida por un monto irrisorio de S/5.000 a José Luis Pérez Valencia y su esposa Romy Ross Vallejo. Poco después, la vivienda fue transferida a un tercer adquirente, Jimmy Felipe Quiroz Ballesteros, el actual ocupante legal. Esta cadena de transacciones a precios considerablemente por debajo del valor de mercado ha levantado serias sospechas de una simulación de compra venta con el propósito de legitimar el despojo.

La conexión del hijo y el actual propietario

Las dudas sobre la legitimidad de las transacciones se intensificaron con el testimonio de Jimmy Felipe Quiroz Ballesteros. Según Ballesteros, fue contactado por Edwin Franklin Aliaga, hijo de Norma Vílchez, quien le habría propuesto adquirir la propiedad con la promesa de una futura recompra y una comisión, una vez que Aliaga lograra estabilizar su negocio. Esta revelación sugiere una posible colusión entre madre e hijo para ejecutar la apropiación de la vivienda.

La situación se agrava al conocerse que el actual propietario, Quiroz Ballesteros, alquiló la vivienda a Edwin Franklin Aliaga, el mismo sobrino e hijo de Norma Vílchez. «Como esta es una casa multifamiliar, en ningún momento mi primo ha vivido como inquilino. No sé con qué sentido lo ha hecho mi tía y mis primos confabulados para hacer esta maldad», expresó la sobrina de Norma Vílchez, subrayando la naturaleza familiar de la disputa.

La indignación de los hermanos afectados

Para Luis y Fidel Vílchez, este procedimiento, realizado sin su conocimiento, constituye un claro acto de fraude. «Acá vivimos adultos mayores y enfermos. (Lo vendieron) en S/5.000, algo irrisorio. Una propiedad como esta, en la vida (cuesta así) ni un terreno (hecho) de ladrillos, va a costar así, y menos en una ciudad como Lima. Son 4 pisos y 160 metros cuadrados (los que tiene esta vivienda). Ahí no más hay ‘dolo’ (fraude)», señaló Luis Vílchez al Día programa D, enfatizando la evidente disparidad entre el valor real del inmueble y el precio de venta declarado, un indicio clave de una operación irregular.

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