Por: Javier Yoplac
Cerca a la medianoche del día de ayer, me llegó la noticia vía Whatsapp, que habían asesinado a, David Ulises Reategui Apaza, un periodista que realizó sus primeras prácticas conmigo, allá por el año 2010, en un periódico que fundé llamado; “El Vecino”.
En ese momento estaba en shock, no lo podía creer, tuve que googlear un poco, para reconfirmar dicha noticia. Luego, me vino una nostalgia. Recordé la forma en que llegó el jovencito Reátegui Apaza, hasta el parque San Martín en Pueblo Libre, donde yo operaba.
También recordé las veces que caminábamos juntos, con el objetivo de atender una denuncia vecinal o tan solo, para buscar la noticia. En ese interín “David” se hizo conocido y querido por las señoronas de Pueblo Libre y Jesús María.
Llegamos a caminar, tan juntos por las calles de los distritos que abarcábamos, que todas se preguntaban o murmuraban si “David”, era mi hijo o no. Incluso, corrían rumores de que yo, no le había dicho nada a mi esposa y que yo, era un vivo.
Al percatarnos de estos rumores, tanto David como yo, lo tomamos deportivamente.
Al finalizar sus practicas con, “El Vecino”, David que vivía en Carabayllo, decidió seguir mis pasos y realizar prensa independiente, en su zona de influencia, para lo cual, fundó dos medios de comunicación, uno de ellos llamado “El Metropolitano” y “Somos Lima Norte”.
Luego me confesaría lo difícil que se le hacía publicar de manera cotidiana su medio de comunicación. Al poco tiempo lo vi, realizando premiaciones a empresarios, políticos y profesionales; hasta que, en enero de este año, empezó a trabajar como subgerente de Educación, Cultura y Deporte para la Municipalidad de su distrito.
David Reátegui entregando un Reconocimiento a Javier Yoplac
Lamentablemente hoy, nuestro querido “David”, ha pasado a engrosar la larga lista de personas asesinadas bajo la modalidad del Sicariato.
La pregunta que nos salta a la cabeza… ¿Quién o quiénes contrataron a los sicarios para matar a David Reátegui? ¿Cuál es el móvil de este asesinato?
Esperemos realmente que la confianza que tiene el Colegio de Periodistas de Lima, en la Policía Nacional del Perú, de dar con los culpables de este homicidio, se produzca en hechos.
Si hay sicarios, es porque alguien los contrata.
¿Algo se está haciendo sobre esto?
Lamentablemente, para que algo cambie en el Perú, primero tienen que ser afectados los distritos más pudientes, ya que actualmente, la gran mayoría de asesinatos, asaltos y otros tipos de delincuencia, se suscitan en los distritos de la periferia de Lima.
El asesinato de un periodista, no solo vulnera en forma grave su derecho a la vida, sino que suprime en forma radical el derecho de todos, a expresarse libremente.
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