El presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú señaló que puede producirse un impacto en el abastecimiento de productos porque hay menos trabajadores a causa de los contagios.
La tercera ola del COVID-19 está representando una señal de alerta para los bodegueros peruanos. Según Andrés Choy, presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, algunos miembros reportan que sus proveedores han reducido el portafolio de suspensión o menor volumen de producción en fábricas. Choy asegura que esto se debe a que existe menos mano de obra por la cantidad de contagios, pues las compañías están en la obligación de ofrecer descanso médico a sus empleados.
Señaló que como consecuencia en el país el proceso de producción está decreciendo, pero que aún no hay una paralización total. Sin embargo, estima que este problema generado por la tercera ola del coronavirus podría empeorar en las próximas semanas. También mencionó que la nueva variante afectó a los bodegueros que atendían en los establecimientos físicos, por lo que debieron cerrar temporalmente y diversos productos se les vencieron.
El ejecutivo manifestó que las restricciones también son un factor que representan un gran reto, pues con los toques de queda más estrictos se reduce el tiempo para atender a los clientes. Según Choy, las empresas más afectadas son aquellas que comercializan bebidas alcohólicas. Por otra parte, Leslie Passalacqua, presidenta del Gremio Retail y Distribución de la Cámara de Comercio de Lima, comentó que los talleres de textil y calzado también están presentando problemas de producción debido al contagio de los trabajadores.