Justicia vs. Cumbia. En un nuevo sismo que sacude los cimientos de la cumbia peruana, la legendaria orquesta Hermanos Yaipén se encuentra en el ojo de la tormenta. Su exanimador, Jesús Cumpa, ha ganado una demanda millonaria por beneficios laborales no pagados, y ahora denuncia que la agrupación estaría planeando una maniobra para evadir sus obligaciones judiciales cambiando de nombre y de razón social.
La sentencia, emitida por el 1° Juzgado Laboral el 25 de enero de 2023, ordena a los Hermanos Yaipén, liderados por Walter y Javier Yaipén Uypan, a pagar a Cumpa más de S/149 mil soles. Este monto corresponde a ocho años de servicio en los que el animador fue pieza clave en el éxito nacional e internacional del grupo. La deuda se desglosa en S/17,723.33 por Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y S/132,047.67 por vacaciones no gozadas, gratificaciones e indemnización por despido arbitrario.
«Fui una herramienta muy útil para ustedes».
Jesús Cumpa, quien se unió a la orquesta en 2004, relató que durante años trabajó bajo un contrato verbal, emitiendo recibos por honorarios. No fue hasta 2010, con la agenda repleta de giras por el Perú y el extranjero, que fue incluida en planilla. «A partir del año 2008 empezamos a viajar al extranjero y cuando viajamos al extranjero mi sueldo seguía siendo el mismo», confesó Cumpa, dejando en evidencia la precariedad laboral que se vive tras los escenarios.
Ante la falta de pago, Cumpa ha tomado medidas drásticas y ha logrado embargar una propiedad de Javier Yaipén en Chiclayo para asegurar el cumplimiento de la sentencia. «Yo les digo cumplan con pagarme el tiempo que estuve trabajando con ustedes porque yo en su debido momento fui una herramienta muy útil para ustedes», sentenció el exanimador.
¿Estrategia o coincidencia? El polémico cambio de nombre
La preocupación de Cumpa se intensifica con el reciente anuncio de los Hermanos Yaipén: después de 25 años, la orquesta cambiará de nombre. Para el demandante, esta no es una simple estrategia de marketing. «Ellos ya han cambiado dos veces de razón social y ahora salen con la noticia de que van a cambiar de nombre a la empresa. De repente se van a declarar en bancarrota para desligarse del proceso», alertó.
La agrupación ha salido al frente para negar estas acusaciones, afirmando en sus redes sociales que la decisión no se debe a problemas de impuestos ni a conflictos entre los hermanos. Sin embargo, el momento del anuncio ha levantado una ola de especulaciones.
Un eco en el Grupo 5: El caso Toño Sosaya
Este escándalo recuerda al sonado caso de Toño Sosaya, exvocalista del Grupo 5, quien también mantiene una larga batalla legal por el pago de sus beneficios laborales. A pesar de que la justicia falló a su favor en 2019, ordenando un pago que hoy supera los 619 mil soles incluido intereses, Sosaya sigue esperando.
El músico reveló el lado oscuro de la fama: «Nunca vi nacer a mis hijos, nunca los vi crecer. Casi pierdo mi hogar. Yo me sacrificaba tanto que me lavaba en los grifos y dormíamos debajo de los escenarios». Su crudo testimonio pone de manifiesto una problemática recurrente en la industria musical peruana, donde el brillo de las luces a menudo oculta la desprotección de sus artistas.
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