Es la propuesta de desarrollo de una localidad de largo plazo, que ha sido concertada entre todos los ciudadanos mediante mecanismos de participación ciudadana.
Es decir, el Plan de Desarrollo Concertado – PDC, debe ser un instrumento de gestión que contribuya al logro de objetivos y metas, así como la visión, las acciones y ruta estratégica del territorio. Esta tiene como principales características, el enfoque prospectivo, territorial y participativo. Su formulación implica la planificación y concertación de los principales representantes del sector público, privado y sociedad civil de la jurisdicción local, en base al criterio de subsidiariedad y descentralización.
El éxito del proceso de Planeamiento Estratégico Distrital, depende no solo del compromiso y participación activa del alcalde y de las altas autoridades o funcionarios de la Municipalidad, sino también de la capacidad concertadora y articuladora de todos los aliados estratégicos de la jurisdicción.
Este plan se formula, se ejecuta anualmente y se evalúa por lo menos una vez al año.
¿PARA QUÉ SIRVE?
Para orientar el desarrollo de un territorio, tomando en cuenta las políticas nacionales, sectoriales y regionales.
Es la base para llevar a cabo el Presupuesto Participativo.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
Los pobladores se ponen de acuerdo en cómo enfrentar sus necesidades, problemas, riesgos y oportunidades, utilizando sus potencialidades y recursos disponibles.
Permite tener una lógica de conjunto y conocer las acciones que van a ejecutar las diversas gerencias municipales.
El PDC debe contener una visión de futuro que genere criterios orientadores para las iniciativas e inversiones, así como constituirse en el documento marco para la formulación de las políticas públicas locales.
FASES DEL PROCESO PRESUPUESTARIO