Nuestro país, el Perú, no solo ha descuidado el sistema de salud, que ha generado diversos problemas de salud pública, desnudadas a raíz de la pandemia, sino también sumado a esto, el Estado debe hacer frente, una responsable y adecuada gestión de los residuos sólidos.
De todos los residuos producidos, el 76.4% lo conforman residuos orgánicos e inorgánicos que tienen potencial de valorización; sin embargo, solo se llegó a valorizar 59,021 toneladas, equivalentes a un 0.98%. Ante esto, recordemos que las municipalidades provinciales y distritales cumplen un rol fundamental en la limpieza pública.
Según la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, es responsabilidad de estas entidades la recolección, el transporte, el tratamiento o reciclaje, y la disposición final segura de los residuos sólidos comunes. Según cifras del Registro Nacional de Municipalidades 2020, solo el 55% dispone de un Plan de Manejo de Residuos Sólidos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales, la cobertura de recolección domiciliaria de residuos sólidos en hogares urbanos pasó del 90% en 2012 al 97.7% en 2019. No obstante, existen debilidades significativas en cuanto a su disposición final. Esto es preocupante si consideramos que los botaderos son lugares ilegales que, por ley, deben ser clausurados por las municipalidades provinciales.