En un panorama político cada vez más digitalizado y polarizado, la difamación a través de perfiles falsos en redes sociales se ha convertido en una preocupante constante. Ante la inminente llegada de las elecciones presidenciales y congresales de 2026, y con 43 partidos inscritos en el registro electoral, se prevé una verdadera batalla campal en el espacio digital, donde «ejércitos de trolls» podrían contaminar el debate y desvirtuar cualquier intento de discusión constructiva.
Gestiones municipales impulsan la creación de perfiles falsos:
Actualmente, a partir de numerosas gestiones municipales, se ha observado la creación de perfiles falsos con dos objetivos principales: por un lado, defender a sus alcaldes, y por otro, promover a sus posibles candidatos de cara a las próximas elecciones. Esta estrategia busca influir en la opinión pública y manipular la percepción de los votantes, generando un ambiente de desinformación y ataques personales que lejos de enriquecer, empobrece el debate democrático.
Un proyecto de ley para castigar la difamación digital:
Frente a este escenario, el congresista Darwin Espinoza, de Podemos Perú, ha presentado un proyecto de ley (12368) que busca imponer condenas de hasta 4 años de prisión a aquellas personas que utilicen perfiles y cuentas falsas para difamar a otros ciudadanos en cualquier plataforma digital.
La iniciativa surge como respuesta al creciente número de usuarios que, amparados en el anonimato, lanzan insultos, ofensas y críticas severas, causando un gran impacto en los afectados. Espinoza justifica la norma argumentando la necesidad de proteger la honra de los peruanos ante operaciones negativas que dañan la reputación, especialmente de personalidades, políticos, periodistas y autoridades, a través de campañas de injurias en el mundo digital.
El parlamentario enfatiza que esta situación ha generado episodios de impunidad que deben ser atacados de manera inmediata. Con este proyecto de ley, se busca establecer un marco legal que frene las malas prácticas en redes sociales y disuada a quienes se esconden detrás de identidades falsas para socavar el debate y la convivencia digital.
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