Editorial: Perú, la puta del mundo

Por: Javier Yoplac (Director)

Por ahí leí, en algún sitio, que la mayor riqueza que tiene el Perú, es su gente, pero sobre este punto, es muy discrepante lo acotado, porque en todo el planeta luchan por sobresalir, lo que, si he visto en nuestro país en comparación a otros, es que, en el Perú, la falta de amor propio, es el punto neurálgico de todo.

Solo basta ver al común de los peruanos, en su comportamiento del día a día, pero, ni qué decir del comportamiento del empresariado y los políticos, que han hecho de este, nuestro bello y rico país, que sea; la “Puta del Mundo”.
En Perú, todo se vende y todo se arregla bajo la mesa, al mejor postor.

Si hablamos de los políticos, podemos decir que estos, han pervertido a la clase política y solamente quieren llegar al poder, para beneficiarse a sí mismos y su entorno, y no; al pueblo. A su turno, los seguidores de los políticos o partidos políticos, caminan como putas, al son que les toca su esquivo líder del inmediatismo y estos son capaces de defender con uñas y dientes, a dicho candidato, tan sólo por la promesa, de un trabajo o un negociado.

Por eso, no sé qué es peor… ¿los políticos o los que lo siguen?

Los políticos solo quieren enriquecerse a costa del pueblo y los que lo siguen, solo quieren un trabajo que los saque, de la miseria.

Ustedes creen, que los mencionados seguidores de los políticos se han puesto a pensar, si sus candidatos son los mejores para conducir los destinos del país, pues no. Lo único que se han puesto, es a pensar en su propio beneficio y lo que podrían obtener.

Y es que la corrupción ha sido, cuasi aceptada e instituida por los políticos y el común de los peruanos, bajo el lema, “Todo se compra, todo se vende y por mi bien, hasta mi casa dejaría”, cuyo dicho, forma parte de la vida de esta gente.

El caso es, que esta herencia de la falta de amor propio y pertenencia, nos ha hecho mucho daño como nación y como consecuencia, no hemos podido despegar y sobrevivimos como perros rastreros, recibiendo las migajas que nos caen de las ganancias que acumulan las grandes empresas, tanto a nivel de recaudación de impuestos, como de la economía que se maneja alrededor de estas.

Una vez dijo Raymondi, tras llegar al Perú en 1850, que nuestro país era un “mendigo sentado en un banco de oro” y ahora pasado los años, digo yo, que este mendigo o indigente, ha mejorado de categoría, a pesar del Covid-19, ahora es un Perú Emergente, que ya no vive en el suelo, sino, es en un Pueblo Joven, con ganas de ingresar a la clase media, pero que vive feliz de las migajas que le gotea y también, de lo produce el entorno económico de la Gran Empresa.

Pero la riqueza bien concebida y justa, no es mala. Lo que es malo, es la forma en que el Estado -y voy a citar como ejemplo, la era Fujimori- que se haya subastado grandes empresas estatales a precio de regalo, con contratos leoninos que tildan con la corrupción, que ahora los únicos que se enriquecen son los empresarios beneficiados por aquella dictadura y encima, están avalados por la Constitución Política del Perú, porque son contratos Ley. Esto debe cambiar.

No es justo para la decencia del Perú y nos hace ver como una PUTA, que les hayamos entregado a precio ridículo propiedades del Estado, con mobiliario incluido, para que solamente el empresariado las explote y usufructúe por ellas, sin ninguna compensación mayor para el dueño, salvo los impuestos que se generen producto de sus negociados.

César Hildebrandt dijo en su momento que el Perú estaba secuestrado desde la época de la República, por un grupo de familias ricas que no quieren que los pobres dejen de ser pobres, pues yo agregaría a esta cita, que estas familias aparte de ello, han llegado a convertir al Perú, en una PUTA gigantesca, que todo lo acepta y todo se vende, y que promueve, que lo privado es el Dios y lo público; el diablo.

Pero lo que no entiende el pueblo, es que el progreso de esta PUTA (que ha tenido hijos de la misma calaña) no se le debe al conocimiento y la cultura de sí misma, sino que, abierta de piernas, se ha ofrecido a diestra y siniestra a todo aquél que tenga capital.

Es así que en el momento en que esta PUTA, esté vieja y el empresariado no tenga nada más que explotar, emigrará hacia otros lares y dejará a esta puta, más siniestrada que Europa después de la guerra.

El Perú está sangrando señores por culpa de los políticos y los partidos políticos, quiénes están luchando por alcanzar una cuota de poder. Qué bueno sería, que fuera por el bien de nuestro país, pero no, se venderán como PUTAS al mejor postor, como ha sido toda la vida.

Por un lado, tenemos al ala FUJIMORISTA con, Keiko a la cabeza, Hernando de Soto, Rafael López Aliaga y Rafael Santos, quienes, apoyados por los apristas, pretenden hacerse del Poder. Por el otro lado, están los llamados vizcarristas, Daniel Salaverry, Yhonny Lescano y Julio Guzmán.

Un solitario Daniel Urresti, que va avanzando contra todo pronóstico y en el otro extremo, están Verónica Mendoza y Pedro Castillo, quién levantado por la derecha y con una izquierda dividida, sueña con pasar a la segunda vuelta.

No puede ser señores, que, siendo nuestro país muy rico en recursos naturales, solo estemos conformes con las migajas que nos caen de las transnacionales. Nosotros como país, hemos debido ser socios de estos empresarios, para así gozar justamente de lo que es nuestro y no solo esperar los impuestos del rebote.

El Perú que ha sido convertido en una PUTA, por las familias más ricas del país, así como toda la clase política y empresarial, debe cambiar. No esperemos a que haya una convulsión social y después culpen a la izquierda, cuando ella aún no ha gobernado.

Ya se enriquecieron demasiado, AL PURO ESTILO DE ALIAGA, recibiendo CONCESIONES DEL ESTADO A PRECIO DE REGALO y es hora de parar.

Tenemos una historia mágica, que nos dejaron nuestros antepasados, como Machu Picchu entre otros, pero…

¿qué estamos dejando en la actualidad como herencia para las futuras generaciones?

¿Qué estamos innovando, produciendo o construyendo como país?

No solo usufructuemos a nuestro Perú como una PUTA mal vendida, démosle también conocimiento, para el futuro de las generaciones y pueda dejar de ser; la “Puta del Mundo”.

NOTA: Editorial publicado en el facebook de Léeme Noticias, el 10 de abril de 2021.

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