Por: GASTON BARUA LECAROS
Lima ciudad Capital, se encuentra en una franca decadencia, resultante de una administración técnico-legal y administrativo sin calidad profesional, sin proyección y con alto contenido politizado en la gestión.
«Una cruda realidad es el no ejercer la autoridad por la que fueron elegidos sus integrantes, y de no asumir la responsabilidad política que permita poner la casa en orden”.
Autor: Gastón Barúa Lecaros.
En el mismo plano es notoria la ausencia del dialogo con la comunidad y mejor aún, con sus pares distritales que conforman la Asamblea Metropolitana de Alcaldes cuya participación consolidaría el desarrollo coherente, coordinado y sostenido, de Lima Metropolitana y los distritos que la integran.
Lima, en consecuencia, demanda ALGO MAS QUE UN ALCALDE, requiere una personalidad capaz de aglutinar sentimiento, mentalidad y acción conjunta, en la solución de una problemática que detenga el caos urbano, que reduzca los factores negativos esencialmente de contaminación ambiental, que se relaciona no solo con los gases sino con los ruidos y la agresión visual, que se aúna a la maldad delictiva sin límites, por no aplicar, con autoridad, la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana (Ley Nº 27933).
Un liderazgo que convoque en forma permanente, a las entidades responsables, para que se cumplan las normas y las reglas de tránsito, poniendo en práctica el Texto Único de Transporte Publico. Una autoridad que propicie dar valor agregado a los sólidos urbanos, industriales y hospitalarios, buscando soluciones técnicas, que per se, genera el desarrollo de tecnologías e investigación científica.
Que de una vez por todas “abran los ojos” e inviertan en la modernización integral del tránsito con un Sistema Computarizado de Semaforización Metropolitano y su monitoreo.
Que, a la Costa Verde, de alto impacto financiero y social, se le dé un tratamiento especial e integral para evitar la tugurización discrecional, por decisión de las administraciones distritales, y reitero, que se controlen los deslizamientos de los taludes. Es vital estudiar las corrientes marinas, en este ámbito territorial, para programar la defensa del litoral
Que se planifique el desarrollo integral de una costa que posee un alto valor turístico, cultural, recreativo y empresarial, en el marco de la Autoridad de la Costa Verde, cuya ley de creación N° 26033 se promulgó en 1994, a iniciativa del alcalde Alberto Andrade.
El valor intrínseco de esta área costeña, desde mi óptica, es parte importante de Lima, capital del Perú, pero posee una connotación geopolítica, geoestratégica y económica, para el Continente Sudamericano, frente al mundo asiático, razones por los factores enumerados, demandan un planeamiento de alto nivel técnico, social, político y administrativo.
En marzo del 2019, el urbanista Augus Laurie, a través del diario de mayor circulación, analizó el origen y la consecuencia de la administración municipal del país, concluyendo que era necesario la reforma estructural de las provincias y distritos, con la finalidad de integrarlos económica, social y políticamente optimizando sus potenciales, viabilizando el reordenamiento territorial y obteniendo el manejo de una eficiente administración y una eficacia política de la administración municipal.
Los alcaldes deben poseer mentalidad empresarial, manejo político, capacidad de gestión y conocimiento de su realidad territorial, caso contrario el noble compromiso al servicio al servicio de sus comunidades, concluirá en el desprestigio institucional y las frustraciones de quienes eligieron a los administradores de sus aportes y de sus aspiraciones.
“El líder con capacidad de convocatoria, genera la integración de inteligencias y voluntades y el entendimiento con su comunidad para satisfacer sus aspiraciones y superar sus necesidades”.
Autor: Gastón Barúa Lecaros.