El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, alertó hoy de que el «caos climático» se ha visto exacerbado por el aumento del consumo de combustibles fósiles provocado por la guerra en Ucrania y por la inacción de los gobiernos para frenar el calentamiento global.
«La guerra ha reforzado una lección abyecta: nuestra matriz energética está rota», declaró Guterres en su intervención telemática ante el «Austria World Summit», la cumbre organizada por el actor Arnold Schwarzenegger que desde hace seis años reúne en Viena a políticos, empresarios y activistas para debatir sobre el clima y el medioambiente.
«La crisis energética agravada por la guerra de Ucrania ha supuesto una peligrosa duplicación de los combustibles fósiles por parte de las principales economías», denunció el político portugués.
Aludía a la crisis energética actual, que, atizada por la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia, está frenando la lucha contra las emisiones de efecto invernadero.
Tras recordar que los hogares y las empresas enfrentan «precios desorbitados», calificó de «delirante» las nuevas inversiones en exploración y producción de fuentes fósiles de energía.
Esta tendencia «sólo aumentará más las calamidades de la guerra, la contaminación y la catástrofe climática», dijo Guterres.
«El único camino posible hacia la seguridad energética, la estabilidad de los precios, la prosperidad y un planeta habitable consiste en abandonar los combustibles fósiles contaminantes, en especial el carbón, y acelerar la transición energética», remarcó.
Guterres reclamó que los países más ricos hayan desmantelado sus centrales de carbón para el año 2030, y el resto del mundo para el 2040.
«Nuestro planeta ya se ha calentado hasta 1,2 grados, para mantener el objetivo de 1,5 grados a nuestro alcance debemos reducir las emisiones en un 45 % para 2030 y alcanzar las emisiones netas cero a mediados de siglo», agregó.
Sin embargo, para Guterres, los actuales compromisos nacionales «no son lo suficientemente buenos» para garantizar estas cifras, sino que, por el contrario, supondrán un aumento del 14 % de las emisiones en esta década.
«Muchos gobiernos están dando largas. Esta inacción tiene graves consecuencias», insistió.
Para revertir esta situación, el exprimer ministro de Portugal pidió abolir las subvenciones a los combustibles fósiles y subvencionar las fuentes energéticas renovables, un cambio que requiere amortiguar las posibles consecuencias para las personas más vulnerables.
Sea como sea, Guterres asegura que el mundo tiene que «triplicar las inversiones en energías renovables, cuya tecnología debería ser un bien público.
Además, instó a mejorar el acceso a las materias primas y acelerar los trámites para dar luz verde a proyectos solares y eólicos.